sábado, 17 de marzo de 2012

Técnia de presentación. Babero.

Técnica: “Babero pedagógico”.

(Se recomienda para “diagnóstico descriptivo y cognitivo” a la vez).

Primera etapa. El docente explica que van a hacer una actividad que requiere prestar mucha atención. (1) A cada alumno se le entrega una hoja en blanco, preferentemente sin renglones. (2). Les dice que va a escribir en el pizarrón una serie de datos y ellos deberán seguirlo, anotando los datos “en espejo”: el docente comienza escribiendo su nombre, y ante la segura duda de los alumnos, les explicará que como es “espejo” ante el nombre de él, ellos y ellas escribirán el de ellos y ellas. A partir de ahí, no habrá dudas. Sugerencias en el ordenamiento de datos que podrá escribir el docente: 1) edad, 2) personas con las que vive (3), 3) estudios que lo habilitan para ejercer, 4) en este punto corresponde escribir “qué le agrada hacer” pero es aconsejable que el docente diga en voz alta que ahora les corresponde a los alumnos escribir primero (4), 5) se repite procedimiento, pero ahora es “que no le gusta hacer”, 6) se invita a los alumnos a pensar una expresión, frase, poema, (propia o no) y escribirla. (El profesor debe simular que está pensando y debe demorar, así les da tiempo a ellos a hacer lo mismo).

Segunda etapa. Sin dar explicaciones, el docente comienza a entregar a cada alumno un alfiler de cabeza, ellos preguntarán y se les dirá que esperen. (Todo debe ayudar a crear un clima de cierto nerviosismo). Cuando se cumpla con esta tarea, indicar: “Ahora, cada uno de ustedes tomará la hoja donde escribieron en espejo y, utilizando el alfiler, se colgarán la hoja delante, como si fuera un babero”. IMPORTANTE: observar todas las reacciones: algunos lo intentarán enseguida, otros no harán nada, otros pedirán para “pasar en limpio” (5), otros intentarán y no podrán por motivos motrices (ayudar). Ante exclamaciones o protestas hacerles ver que el “babero” de la docente ha estado desde un comienzo en el pizarrón.

Tercer etapa. Se los invita a leer baberos, y se los desafía a que ganará el que lea mayor cantidad. Deberán ponerse de pie, a la orden de “ya”, y tendrán dos minutos. Dar la orden. (Ahí se debe observar las reacciones de cada uno: estará el que salta por encima de todo con tal de ganar; el que queda en su banco; los que actúan de acuerdo a lo esperado). El docente se une a ellos en la lectura. Pasados unos minutos, se dirá “tiempo”, y se deberán sentar. Se les dice que retiren los alfileres y que entreguen los mismos junto a las hojas. Cuando todos están sentados, y el profesor con los baberos en la mano, les pregunta: “¿quién leyó mayor cantidad?”. Imposible saberlo, aparentemente. Las hojas se las llevará la profesora, así que esta vez será ella la que lea más: en este primer desafío, ha ganado la docente. Pero, queda planteada la posibilidad que ganemos todos. (Remitirse en este momento a la carta, donde se los invita a “jugar un partido”).

(1) Se comienza a crear un clima de “nerviosismo” que es necesario para la técnica.

(2) Esto es importante porque nos permitirá evaluar el manejo que hace el alumno del “papel”, cómo distribuye el texto en el mismo. Asociar lo producido por ellos con lo aprendido en psicología, por ejemplo: texto tan grande que utilizan anverso y reverso; texto muy pequeño y en un extremo, etc.

(3) Se debe atender a preguntas que pueden surgir que ayudan a “conocer” al alumno: ¿pongo al hijo de mi padre con la otra señora?: situación no asumida o mal resuelta, por ejemplo. Es interesante pedirles que escriban las edades de los hermanos y el sexo, y que se ubiquen en esa escala:

16 14 (13) 9 8

F F (M ) M F

El docente puede explicarlo en el pizarrón, con un ejemplo. Este planteo es bueno porque permite observar la comprensión de cada uno ante las consignas, y se evidencias las dificultades que puedan tener.

(4) No escribir primero que ellos pues tienden a imitar. Incluso puede no-escribirse, y comentarles que lo dirán una vez finalizada la técnica.

(5) No se les debe permitir porque para el diagnóstico es fundamental la primera escritura. A ellos se les dice que no les alcanza el tiempo, que no es importante, lo que surja decir.

Prof. Julia Abero.

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