sábado, 21 de abril de 2012


TECNOLOGÍA
Cuentos en una tableta
Los más chiquitos también son duchos en las tecnologías de la información y ahora leen las historias de hadas en dispositivos electrónicos con aplicaciones diseñadas para atraparlos.

WARREN BUCKLEITNER*
Julianna Huth cursa segundo año en la primaria Green en Green, Ohio, y es una conversa de la palabra digital. La niña de ocho años usa tanto una iPad como un Nook -lector desarrollado por Barnes & Noble- y disfruta los libros electrónicos en su casa y en la escuela.
"Es increíble que puedas leer en tu iPad", dijo Julianna, quien empezó a usar libros electrónicos a los seis años. "Es más divertido y aprendes más".
Los niños dicen eso. Son divertidos los libros en los iPads y algunos lectores electrónicos, como los Nook Color o el Kindle Fire. Incluyen música, animación y otros elementos interactivos que hacen que leer un libro sea como un videojuego.
En Pete the Cat: I Love My White Shoes (Pete el gato: amo mis zapatos blancos), un libro electrónico para niños de tres a siete años, pueden cambiar el color de los zapatos de Pete tocándolos, cantar con la música y la letra que va apareciendo en la pantalla, escuchar a un narrador o grabar su voz mientras leen en voz alta.
Kourtney Denning, la maestra de Julianna, ve a los libros electrónicos como esenciales. "Los libros viejos ya no funcionan bien", dijo. "Tenemos que transformar el aprendizaje como lo conocemos".
En medio de la emoción y el entusiasmo, algunas personas sugieren una revisión, especialmente debido a los niños pequeños que aprenden a leer. "En este momento, lo más avanzado en términos de la práctica basada en la investigación, es leer libros tradicionales con los hijos", dijo Julia Parish-Morris, estudiante de posgrado en la Universidad de Pensilvania, quien ha estudiado los libros electrónicos y cómo interactúan los niños con ellos. "No tenemos ninguna evidencia de que ningún tipo de artefacto electrónico sea mejor que un padre", sostuvo.
En un intento por dilucidar si los padres deberían adoptar los libros electrónicos con gran entusiasmo o dosificar el tiempo de pantalla en los aparatos como lo hacen con la televisión, el grupo de Julianna participa en un proyecto de investigación del Centro para la Alfabetización de la Universidad de Akron.
El objetivo de la iniciativa es encontrar la mejor forma para integrar los libros electrónicos al salón de clases. Es parte de un estudio más amplio sobre el uso de diversos aparatos y computadoras en preescolares hasta niños de segundo año.
Cathy Ivancic, la madre de Julianna, se alegró al enterarse de que el grupo de su hija participaría en el estudio. Comentó que los aparatos como el iPad son divertidos e incentivan a los niños a leer.
"Es una nueva motivación para explorar la lectura", dijo. "A esta edad es cuando aprendes a amar la lectura, o no amarla". Jessica (13), la otra hija de Ivancic, también usa un lector electrónico y lo prefiere a los libros tradicionales porque son más fáciles de leer. "Y entre un libro y otro puedes jugar con aplicaciones", dijo.
A Parish-Morris y otros educadores les inquieta que los niños se puedan distraer con las animaciones y características parecidas a los juegos dentro de los libros electrónicos. Concentrarse en la historia es importante para desarrollar habilidades de lectura, señaló.
Una forma en la que ello sucede espontáneamente es a través del diálogo continuo que se desarrolla en forma natural entre el padre y el hijo que comparten un libro. "Lo más importante es sentarse y hablar con tus hijos", dijo Gabrielle Strouse, un profesor adjunto de Vanderbilt, quien ha estudiado los libros electrónicos. "Ya sea que estés leyendo un libro, que estés leyendo uno electrónico, que estés viendo un video. Interactuar y ver conjuntamente es la mejor forma para que ellos aprendan".
Lisa Guernsey, la directora de la iniciativa de la educación temprana en la Fundación Nuevos Estados Unidos, dice que los ejemplos de diálogo espontáneo son las conversaciones sobre cómo las situaciones de una historia se relacionan con la propia vida de un niño, o la formulación de preguntas abiertas sobre lo que está sucediendo en la pantalla, dijo. "En ocasiones lo ves y piensas: `¿Están leyendo o están aprendiendo a leer, o están jugando con una aplicación o con un juego?`".
APLICACIONES. Listos o no, ya hay disponibles un montón de tabletas Android con pantalla táctil sólo para niños. A la cabeza está Nabi de Fuhu, una tableta con personalidad dividida. Una es para niños; la otra es para padres que saben la contraseña. Es fácil personalizar la experiencia de los hijos. Cuando está en modo mamá, Nabi se vuelve una tableta totalmente funcional con cámara frontal.
Para los padres a quienes les preocupan los gérmenes, PlayBase Plus de Kurma tiene un revestimiento antibacteriano en la pantalla.
Para el grupo demográfico "para que mi bebé vaya a Harvard", Vinci Tab de Rulingnet Corporation colocó distintivas manijas rojas alrededor de la pantalla de 17,7 centímetros, adecuadas para infantes. La tableta carece de WiFi para evitar la posibilidad de que un niño navegue sin supervisión de adultos en Internet.
Child Pad de Archos es la primera tableta con tema cinematográfico del mundo. Incluye 28 aplicaciones preinstaladas. Las empresas en el rubro siguen pensando ideas para atrapar a este público tentador. *The New York Times.
Impacto en la literatura nacional
"En las tabletas recién está disponible la descarga de algunos autores nacidos en Uruguay, pero todavía no hay literatura infantil-juvenil uruguaya al servicio", dice el escritor Federico Ivanier. El autor de Martina Valiente señala que "un cambio en la presentación del material no modifica la manera de contar una historia, pero sí permite la aparición de subproductos (como juegos) que puedan comercializarse por separado". También facilita el acceso a literatura que no está disponible en el país o que, por la zona geográfica, se hace difícil encontrar, "sobre todo para quienes viven en el interior", indica. "La tecnología es una oportunidad de crecimiento para los autores y editoriales y no hay que temerle; el libro no murió con la radio ni la TV, tampoco lo hará con la tableta", concluye.
Pensar en los pequeños
"Lo primero que busca un autor es contar una buena historia, independiente de cuál sea el público objetivo", señala el escritor uruguayo Federico Ivanier. "Luego hay que pensar a quién va dirigido y adaptar la presentación", dice. En el caso de los niños las casas editoriales procuran utilizar tipografías grandes y dan especial importancia a las ilustraciones. Se tiene en cuenta el peso del soporte para que no sea dificultoso el manejo por un pequeño y las carátulas de presentación apuntan a conquistar, más que para un adulto. "En Uruguay había una cultura de que el diseño no importaba mucho, pero para un niño se requiere un diseño especial, que lo motive a leer", dice.

El País, Uruguay, 15 de abril de 2012.

1 comentario:

Jacinto T. dijo...

La lectura de libros es ideal para quienes gustan leer libros, para nadie más .
Si quienes gustan leer reciben del mercado mejores formas de disfrutar (leyendo, en este caso), FANTÁSTICO!
Me molestan quienes pretenden inculcar la lectura a quienes no la disfrutan. Constituye una forma de abuso y acoso, generador de la reacción contraria a los intereses del evangelizador.